Esta nueva versión del Silver Shadow es menos inciensada que el
original, con una buena partida en las notas de cabeza pero con un
retorno a lo tradicional en las notas finales. La publicidad recordó
algo del estilo de las fragancias Baldessarini, al mostrar un modelo más
maduro y canoso, posiblemente enfocado a un mercado más cuarentón.
La partida es bastante cítrica, refrescante y agradable, con notas que
me parecieron pomelo pero según el vendedor era limón. Contiene también
en esta fase bayas de enebro, que le dan un tono verde refrescante en la
familia de los pinos aromáticos. En notas medias la fragancia se vuelve
especiada, con pimienta que es algo molesta en verano, con persistencia
de enebro y presencia de lo que parece ser comino u otra nota verde
aromática (hojas de apio). Al oler el papel al día siguiente se siente
muy suave, con notas de madera en la base. Puede que haya musk como dice
una descripción que encontré, junto con madera de cachemira y cedro,
pero una supuesta nota de incienso no la sentí.
Este perfume en su partida tiene un estilo veraniego, con una sensación
cítrica refrescante capaz de apagar el calor de esa época del año, pero
al acabarse esas notas de cabeza se vuelve tradicional especiado,
dejando la exclusividad del uso en verano y aceptando un uso invernal.
Funciona bien para el uso diario y de oficina, pero para la noche es
algo plano y suave y en uso romántico es tradicional no muy atractivo.
Rango de edad entre 30 y 40 años (rango joven, creo que alguien mayor
buscaría una fragancia con mayor presencia).
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