Este perfume del 2009 aparece como el segundo lanzamiento del año de la
casa Bulgari después de Omnia Green Jade y coincidiendo con el
aniversario número 10 de Bulgari Blv de mujer. En esta ocasión se
mantuvo la inspiración en torno al color azul que da el nombre de la
fragancia pero bajando la tonalidad hacia el azul pálido, un color
asociado a gemas muy exóticas como variantes muy escasas de topacios,
zafiros y diamantes. Tomando en cuenta el concepto y la nueva exigencia
de elegancia que representaba esta azul pálido, el perfumista Jacques
Cavallier propuso una nueva estrategia para crear el aroma que buscaba,
teniendo en mente que el perfume debía ser algo completamente diferente a
lo que existía hasta el momento. De esta manera, mientras Blv se basaba
en una nota novedosa e inusual de jengibre, Blv II usa mezclas de
regaliz y anís con vetiver de corte masculino. Las notas declaradas para
este perfume en el sitio de Bulgari son: violetas, anís estrellado,
regaliz, mandarina, iris, pétalos de jazmín, lirios del valle, vetiver
haitiano, cedro, flor de pachulí, resina de benjuí, ambargris, flor de
cistus español y musk.
La partida es en torno a violetas
notorias, con menor desplante que el Bulgari Femme, y combinado con una
nota de regaliz de características vegetales que se siente incluso algo
masculina y con dejos de salvia, bastante intensa e incluso causando un
efecto de saturación brusco dentro de los 2 primeros minutos, haciendo
que el aroma no se sienta después de este periodo. Al descansar y volver
a oler se siente una insinuación imprecisa y muy breve del Blv original
hacia el fondo, pero en general el regaliz domina esta fase por un buen
tiempo. La fase media demora en aparecer, alrededor de 40 minutos
después de aplicado con una baja del regaliz a un segundo plano y
algunas insinuaciones de violetas, sintiéndose un poco más viva la nota
de mandarinas pero bajo un tono polvoso aportado por el iris que rebaja a
las violetas. Se siente la nota de anís en forma destacada del resto de
las notas, pero con una intensidad baja y nuevamente ocurriendo el
efecto de saturación que hace que cueste sentir el aroma de la
fragancia, sintiéndose tenue y muy a flor de piel. A nivel ambiental se
siente el anís con regaliz, ambos en la misma línea pero en forma casi
accidental y esporádica, volviendo al rato el perfume a un estado de
estela casi nula. De cerca el regaliz vuelve a dar sensaciones de salvia
e incluso de pimienta o pomelo masculino, posiblemente la forma que
tiene de anunciarse la nota declarada de vetiver. Al cabo de unas 3
horas y media después de la primera aplicación se sienten florales
destacados sin la presencia del tono vegetal tipo salvia, de flores más
vivas con partes de mandarina y sensación de jarabe al anís, con mayor
originalidad aromática en este bloque. A las 6 horas de aplicado vuelve
la oscilación de la nota vegetal que cubre a las flores, aunque ahora
con la diferencia que se insinúa un punto ambarado con dejos de madera
en el fondo. Tiende a reflotar la mandarina en ocasiones, pero tomando
un tinte inclinado a la idea de algún frutal general más que una naranja
pura. En fase final se sienten notas florales levemente inclinadas al
jazmín pero que rápidamente comparten espacio con un dejo entre anís con
raíces, con un fondo leve hacia las maderas y produciendo saturación
del aroma en menos de 1 minuto de estar oliendo. Al descansar y volver a
oler extraña un poco encontrar una línea de vetiver bastante masculino
como nota dominante, que se mezcla con un atalcado que proviene de las
violetas. Las resinas son bajas o poco notorias y al rato se hace
presente el anís levemente picante pero con características de residual.
La
fragancia deja una sensación extraña... por un lado pesa el recuerdo
del primer Blv de líneas intensas y muy femeninas fuera del promedio y
fáciles de reconocer, y por otro lado sorprende que teniendo una
denominación Eau de Parfum el aroma se sienta tenue y con baja
proyección... incluso la partida de violetas con regaliz da una
insinuación de lo que puede ser un perfume con la personalidad de Lolita
Lempicka, sin embargo la fragancia al poco tiempo no consigue aportar
nuevas notas extras intensas y tiende a apagarse dando incluso una veta
masculina que podría entenderse como el primer intento de comenzar un
nuevo movimiento de fragancias femeninas, tal como en su momento
sorprendieron los perfumes masculinos con vetas florales. A nivel
general el tono vegetal tipo salvia y algunos cruces de regaliz dan una
sensación un poco menos fresca de lo habitual, de aspecto atemporal y un
poco intimidante para un uso de diario, encajando mejor en un estilo de
oficina donde una imagen con tonos cercanos al masculino pueden ser
mejor apreciados y aprovechados en un estilo cargado al semiformal
profesional. Por el lado nocturno la veta amarga también tiene mejor
desplante pero limitado al estilo semiformal ya que por la estema tenue
que tiene pierde ante una competencia más seria. El en aspecto romántico
los tonos amargos masculinos vuelven a destacar, nuevamente como un
factor intimidante y que puede causar el efecto contrario al deseado.
Rango de edad entre 30 y 60 años.
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