Creada el año 1993, con esta fragancia se vuelve a reactivar la línea de
perfumería de Paco Rabanne después de 20 años de pausa desde su primera
fragancia para hombres "Paco Rabanne" de 1973. El frasco tiene cierta
remembranza a un encendedor Zippo, forma que se conserva en el Black XS
actual. La publicidad juega con un aspecto sensual, haciendo un juego de
palabras en ingles con "XS" (eX-eSS) que se interpreta como "exceso" y
"sexo" al leer las letras al revés.
Lo primero que se siente en las notas de cabeza es una nota fresca de
menta, intensa en estilo de fragancia de los 80 como en Pasha de
Cartier, más notas aromáticas generales en la familia de las plantas
verdes de cocina (como semillas de cilantro o romero) y trazas de enebro
cercano al pino verde. En notas medias la menta baja de intensidad
aportando solo frescura, quedando el enebro como nota dominante y casi
única, con trazas helechosas características de sus bayas y hojas. En
notas finales retoma algo de la menta de la cabeza por encima del
enebro, más tonos maderosos algo verdes y de presencia más clásica,
coincidente con el cedro y musgo de roble declarado en el frasco de la
fragancia.
Aunque es casi de mediados de la década del 90, rescata estilos de los
ochentas sin parecer viejo... privilegiando los tonos aromáticos verdes
del enebro y evitando otros tonos verdes viejos como el vetiver y el
ambargris. Tiene características clásicas pero se siente un enfoque no
viejo, algo joven para la época. El frescor es apropiado para el verano e
invierno, agradable de diario y con una nota limpia y formal en
oficina. De noche también tiene presencia pero es más relajada,
suficiente para acompañar a una corbata pero con mejor desempeño a
camisa abierta y una chaqueta de cuero. Las notas verdes aromáticas son
masculinas y al sentirse no viejas cumplen con entregar cierto atractivo
romántico. Rango de edad entre 25 y 45 años.
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