Este perfume de inicios del 2012 corresponde a una nueva versión de
Black XS de hombre del año 2005, apareciendo en el mercado en esta
ocasión en forma simultanea con una edición femenina y ambos manteniendo
el espíritu original de XS de mediados de los noventa, bautizado así
por el sonido de las dos letras que en inglés sonaban como "exceso", con
"L'Excès" yendo más lejos con ideas relacionadas con la potencia,
rudeza y vida llena de excesos de una estrella de Rock. El envase repite
la misma forma de botella de XS y manteniendo el colorido oscuro
establecido por Black XS, cambiando el dibujo de la rosa en esta última
versión por un colgante plateado con forma de calavera y con el vidrio
llevando un acabado en gradiente en tonos grises que va del negro al
transparente. En el sitio de Be A Rockstar diseñado para la promoción de
la línea L'Excès señalan que las notas básicas de este perfume son:
limón, lavanda, acordes de ozono, cipriol (un derivado de la hierba
Nagarmotha, con aromas cercanos a especies y madera inciensada),
liquidámbar (del inglés "amberwood", un árbol que produce una resina
inciensada) y pachulí.
En la partida la fragancia presenta un tono de limón fresco no ácido que
recuerda al mismo punto presente en el Black XS de hombre original, con
variaciones a los pocos minutos que apuntan hacia resinas e idea de
confituras que van rodeadas de capas bajas de frutos rojos, dando un
paso por madera y nuez moscada con pachulí hacia los 10 minutos,
asentándose finalmente el aroma en un pachulí confitado al cabo de 20
minutos desde la partida. En fase media a 30 minutos el aroma se
estabiliza en un tono de pachulí parecido al de A*Men de Thierry Mugler
pero en una variante menos recargada, aumentando la idea de mentolados
asociados a resina que se vuelven bastante volátiles a 1 hora y media de
la partida superando el tono de pachulí el cual evoluciona hacia un
tono ligeramente mentolado y frío, con tibios dulces secundarios que se
sienten como un ámbar potenciado junto con una capa con rasgos de
lavanda no clásica, con toda la mezcla dando una idea de aire frío dulce
y ligeramente frutal tipo jugo con base de madera, y con alimonados
intercalados que producen interferencia en la mezcla y actuando como el
elemento fuera de tono casi como una flor de azahar plástica, tendiendo
hacia tonos de nuez moscada y pachulí más picante a las 3 horas. A las 5
horas y media la fragancia adquiere un lado más dulce por el lado de
las resinas, absorbiendo el punto verde del pachulí y acercándolo a
ideas de ámbarados sucios y granos de tonka, todavía con una base
especiada ligera de corte clásico que trae recuerdos de fragancias de
los años noventas con una cercanía a porciones de Ultraviolet también de
Paco Rabanne, manteniendo la misma estructura aromática a las 9 horas
pero variando la proporción de sus componentes, destacando una resina
más dulce que apunta a miel y a tabaco de narguilé, con la nuez moscada
marcando el picor distintivo de esta fase junto con un punto frutal
derivado del pachulí y que recuerda a un mango maduro que a las 13 horas
termina fundiéndose en las resinas. En fase final a 24 horas la
fragancia se siente más clásica y verde, con puntos dominantes de
pachulí que se inclinan a tonos de bosque pero todavía conservando un
fondo confitado que se potencia con las resinas más amaderadas y con
rasgos turbios de miel y tonka, con una densidad mayor que recuerda
fragancias de finales de los años ochenta y comienzos de los noventa y
con rasgos cercanos a TL Pour Lui de Ted Lapidus, conservando una línea
fresca al fondo donde predomina un punto frío entre agua y lavanda.
La fragancia rescata un estilo clásico de los años noventa centrado en
líneas de lavanda que luego van hacia dominantes de resina inciensada
con picores mesurados de pachulí, con intensidades destacadas que lo
inclinan hacia un estilo un poco más pulcro y social en un escenario de
diario, con una preferencia invernal por el cuerpo dominante más oscuro
pero teniendo momentos apropiados en verano en interiores en condiciones
poco deportivas. En oficina el aroma presenta una imagen impactante a
distancia de conversación, llamando la atención en pasillos y manejando
grupos de familias aromáticas clásicas en el ámbito laboral de traje y
corbata, ofreciendo suficiente sustento y confianza para proyectar ideas
ante un público aunque tal vez sintiéndose agresivo frente a alguien si
se usa en exceso. En lo nocturno el aroma se proyecta bien en ambientes
sucios tipo pubs y fiestas con mucho público, dentro de un ámbito
informal pulcro a semiformal correcto medianamente joven, proyectando
nuevamente ideas agresivas e intimidantes a medida que aumenta la
formalidad. En lo romántico se repite como punto en contra la sensación
agresiva del aroma a corta distancia, tendiendo a funcionar mejor a
mayor distancia como fragancia llamativa para iniciar una conversación
pero cayendo en este caso en los escenarios anteriores de diario,
oficina y nocturno. Rango de edad entre 25 y 45 años.
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