Este perfume del año 2007 se promociona como la fragancia de una mujer
independiente, que ya dejó atrás la inocencia de la niñez y el periodo
de la adolescencia, embarcándose en un camino de libertad algo bohemia
en busca de nuevos horizontes, sin restricciones sociales. Con respecto
al aroma, se estructura como una inspiración en torno a un postre
francés, el "Chamonix", que es una masa con relleno de mermelada de
naranjas... de allí el uso predominante de notas de naranja con mezclas
caramelosas.
En partida destaca la presencia de naranjas levemente amargas en
compañía de una sensación al caramelo o al praliné bastante azucarado
que recuerdan un tono de mermelada, parecido al de las mermeladas de
naranja amarga tradicionales de gran parte de Europa. En la fase media
el tono acaramelado alcanza un máximo como nota dominante junto con las
naranjas, con características de gourmand, y gradualmente comienza a
dejar paso a las notas de compañía que se desarrolla más, como un floral
relativamente neutro como un jazmín o una flor de jardín, más una nota
de pachulí leve y aromática. Por momentos se siente vainilla, cercana al
estilo del caramelo, junto a un tono frío de fondo aparentemente
aportado por el pachulí, el cual en combinación con el caramelo da un
tono parecido a una parte del Angel de Thierry Mugler, aunque en una
veta más jabonosa al jazmín. En la fase final se siente pachulí a nivel
ambiental con dejos de naranjas y con el caramelo tendiendo a un
terroso, un efecto que se repite en CH de Carolina Herrera. Oliendo
directamente del papel se siente la naranja mezclada con una vainilla
dulce tipo postre, poco pachulí y algunos tonos terrosos.
El perfume destaca por un enfoque gourmand con un azucarado bastante
notorio al comienzo y durante buena parte de la fase media que acompaña a
las naranjas dando una sensación de confitura cercana al de una
mermelada amarga, no excesivamente dulce. Por lo llamativo destaca a
nivel de diario como una aroma atemporal que deja estela en la calle, de
actividades cotidianas y reuniones, tal vez limitado en el aspecto
deportivo por el tono carameloso que puede ser algo denso, no muy fresco
y molesto al transpirar. En oficina sigue llamativo y femenino,
destacado, limpio y con un componente serio en el pachulí que aporta una
imagen profesional. De noche presenta dos facetas: una seria a cargo
del caramelo con pachulí en la fase media y final apto para una fiesta
de matrimonio, y otra a las naranjas al aplicar por primera vez, más
rebelde, informal y joven. Por el aspecto romántico tiene un fuerte en
lo gourmand pero en las primeras fases del perfume, volviéndose más
serio hacia el final. Rango de edad entre 25 y 50 años.
Nota: La fragancia la probé originalmente el año 2007 y la volví a
revisar a comienzos del 2009 por comentarios que me llegaron sobre el
final del aroma, que en algunas pieles se volvía bastante masculino y
verde, con inclinación al vetiver. En ambas pruebas se repite como
primera apreciación el estilo gourmand de las naranjas con caramelo y
azucarado, con un estilo bastante libre, llamativo y femenino, pero
ahora puse énfasis en el final de la fragancia, el cual destaca por un
pachulí de tonos parecidos a Angel de Thierry Mugler. Al menos en papel
el aroma se siente controlado, pero en caso de compra se incentiva a
probar antes en piel más de una vez en caso que se desarrolle el final
masculino. Para el caso de Chile, la fragancia estaba siendo
descontinuada por el distribuidor oficial en las grandes tiendas,
existiendo ahora solo en perfumerías de importación directa.
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