Este perfume del año 2007 aparece como una segunda versión de Burberry
Brit del 2003 de corte más fresco y centrado en un enfoque mucho más
frutal y juvenil, alejándose del estilo floral con vainilla del original
en favor de un aroma más ligero y limpio que apoya el uso del nombre
"Sheer" que en inglés puede interpretarse como la idea de un velo
vaporoso y transparente. El envase repite la misma forma de botella
cuadrada de Brit en versión Eau de Toilette, pero cambiándolo el color
del vidrio y líquido por tonalidades transparentes, con el tartán
característico de Burberry envolviendo todo el frasco y aportando
variaciones de color rosado. En el sitio de Burberry señalan que las
notas principales de este perfume son: lichís, yuzú, hojas de piña,
mandarina, peonía rosada, brotes de durazno, nashi (una pera asiática),
musk y maderas rubias.
En la partida la fragancia muestra grupos inclinados hacia los frutales,
con un dominante de pera fragante más un dulce de agua de rosas que
puede interpretarse como lichís, junto con partes secundarias de
mandarinas inclinadas a bergamotas y aires de fresias hacia el fondo. En
fase media a 30 minutos el tono de pera cambia hacia una línea
alimonada verde, no tan cítrica como un limón y con más aromaticidad que
acidez, con cercanía a un pomelo con bergamota y sensación de capas
frías casi oceánicas o de agua y seguido de un dulzor de flores
medianamente rosado que recuerda a fresias frescas, con parte del
alimonado tendiendo a piña con recuerdos a Pleasures Exotic de Estée
Lauder y Gucci Envy Me, seguido de un polvoso de pétalos a 1 hora y
media de aplicado que se acercan a la idea de peonías de Gucci Envy
clásico, manteniendo este aroma a nivel ambiental y agregándose a ras de
papel algunos grupos rojos más ácidos en línea con frambuesas y con el
frutal propio de rosas y peonías pasadas las 2 horas de aplicado. A 4
horas el grupo frutal rojo derivado de las peonías equipara a la piña y
termina por absorberla dejándola como complemento del tono ácido cercano
a agua de frambuesas y de grosellas, con aportes florales cercanos a
fresias y mostrando rasgos afines de lichís dulce y fresco no azucarado,
enfocándose más en peonías y rosas ácidas con residuos de piña a las 6
horas. Al llegar a las 8 horas se perfila de mejor manera la porción
alimonada de fresias, la cual vuelve a tender a un estilo de pomelo casi
yuzú similar al del comienzo, complementando la línea ácida frutal de
las peonías las cuales se alejan de una frambuesa obvia y tienden a
grosellas y tintes más florales, con apariciones esporádicas de piña
intercalada en los alimonados y con un punto cremoso neutro y tibio
extra que se desliga de los florales. En fase final retornan las frutas
en un formato más jugoso y volviendo a la idea de pera del comienzo que
acompaña a la piña ahora un poco más baja, con frescor de peonías
rosadas que apunta a frutos rojos tenues seguido de un efecto alimonado
frío y más vivo de fresias.
La fragancia toma un enfoque primaveral rosado parecido a los usados en
su momento por Gucci Envy y su variante Envy Me, Pleasures de Estée
Lauder con Pleasures Exotic y Jeanne Lanvin con Jeanne Lanvin La Rose,
dando una sensación de un estilo fresco delicado y correcto casi
funcional para la época que se aleja de perfiles densos o chiclosos
adolescentes más comerciales, aunque todos girando en una línea parecida
de rosados con piña. Por este enfoque en particular el aroma se siente
bastante grato para un uso de diario dentro del periodo entre primavera y
verano por una mezcla bien balanceada de florales limpios e intensidad
mesurada con un punto alimonado fresco y frío, apropiado para una salida
de ducha y actividades deportivas mesuradas, independiente si se usa en
solitario o con gente alrededor. En oficina el aroma muestra una estela
algo baja para el promedio pero a distancia de conversación conserva su
foco en torno a ideas de limpieza y feminidad con una aproximación a un
estilo profesional parecido al de Miracle de Lancôme con Pleasures
Exotic, o como una versión joven de Gucci Envy, con puntos florales que
dan una sensación de elegancia más notoria a medida que avanza el día.
Por el lado nocturno la fragancia tiende a perderse en ambientes
contaminados o rodeado de perfumes más intensos, relegándose a
situaciones íntimas como cenas, reuniones con amigos en casa lejos de la
barra de un pub, o una fiesta al aire libre en una noche calurosa. En
lo romántico, los tonos rosados femeninos proyectan una imagen inocente
sin edad que se siente empática y receptiva, que invita a acercarse en
forma calmada sin acudir a dobles intenciones seductoras o
conquistadoras. Rango de edad entre 20 y 50 años.
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