En la primera aplicación la fragancia recuerda muchas notas del original pero con un balance diferente... la partida es un poco más verde, con el mismo tono característico de guaiac con palo de rosa y musk, y con una intensidad relativamente similar al original. El paso a notas medias se caracteriza por el ingreso de una nota más terrosa, como de raíces o extractos maderosos que puede ser una proporción diferente de pimienta negra o una nota de té con un dejo más amargo o mayor madera. El aroma es relativamente constante y cerrado a estas notas, destacando en notas finales el regreso al aroma de guaiac y palo de rosa cargado al musk, iguales al original. En la prueba que hice en mi piel el paso a fases se aceleró bastante, apareciendo los terrosos como a la media hora de aplicado y desapareciendo el aroma como a las 8 horas de aplicado.
En Bulgarí aseguran que se conservan las mismas notas del original, pero la partida se siente con notas diferentes y la fase media es más terrosa. En papel se siente más intenso que el original, sin embargo lo apliqué en mi piel para comparar (ya que el primer Bulgari pour Homme lo use por varios meses, así que recordaba su duración) y la intensidad en mi caso fue similar e incluso más corta. Sigue sintiéndose como un aroma diferente con respecto a otras fragancias, al igual como lo fue el Bulgari pour Homme en su tiempo, destacando como un veraniego de diario y un clásico limpio y fresco de oficina. De noche se siente un poco más oscuro en la fase media por lo terroso y con un final musk no tan dulce, con algo más de presencia que el original. En el lado romántico es al revés, donde el original era un poco más dulce y atractivo (sin llegar a ser una fragancia directamente romántica) y esta versión con centro terroso es un poco más seria. Rango de edad entre 25 y 50 años.
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