Esta fragancia lanzada al mercado durante el año 2010 corresponde a una
nueva edición de la línea Poison, inspirada particularmente en el
Hypnotic Poison de 1998 de quien toma la mayoría de las notas
principales haciendo una variación al agregar un grupo de florales de
corte clásico y apagando parte de las líneas más tropicales playeras que
presentaba el original. A nivel de empaque la botella mantiene la misma
forma de manzana de la serie e incluso el mismo color rojo oscuro de
Hypnotic, usando en esta ocasión un vidrio transparente en lugar del
vidrio opaco de la versión original, un punto en común con Tendre Poison
que en su ocasión fue considerado una variante directa de Poison. En el
sitio de Christian Dior no detallan con precisión las notas principales
de la fragancia, señalando sólo que presenta notas de: orquídeas,
tuberosa y vainilla.
En la partida la fragancia muestra tonos de vainilla parecidos a los de
Hypnotic original pero suavizados y con una capa floral extra que
reemplaza a las resinas que ya se sentían en este punto. Gradualmente a
unos 10 minutos aparecen parte de estas resinas pero las líneas florales
adicionales tienden a cubrir estas notas. En fase media se siente un
aumento del grupo floral ligeramente clásico dando la idea de partes de
rosas aterciopeladas con fresias extras para balancear la idea de
madurez de las rosas, dando una impresión elegante sobre la estructura
base de vainillas resinosas. A 1 hora de aplicado se sienten grados
especiados suaves junto a un grupo frutal suave y dulce levemente rojo a
la frambuesa, ambos tonos dando la idea que derivan de la rosa. A 3
horas el aroma agrega gran parte de las líneas que presentaba Hypnotic
en este mismo punto, diferenciándose por la línea floral extra que sigue
en rosas un poco más secas y con menos fresias, con los tonos frutales y
especiados un poco más bajos pero todavía relacionados con la idea de
rosas. A 5 horas el grupo de vainilla comienza a mostrar variaciones,
por un lado mostrando líneas licorosas similares a las de Kenzo Amour y
por otro lado abriendo vetas plásticas que recuerdan a una flor de
azahar que reemplaza a la rosa, con un fondo aparente de resinas a la
madera tipo sándalo, conservando varias referencias al Hypnotic original
en este último aspecto. Sobre las 9 horas las rosas tienden a
desaparecer dejando un fondo floral clásico antiguo concentrado tipo
jazmines, con un dejo dulce que incluso recuerda un poco a almendras
dentro del rango de las resinas. En fase final tiene grupos aromáticos
parecidos a Hypnotic pero más ligeros y tibios, presentando una línea de
flores poco precisa en paralelo y que aporta a un balance de notas más
equilibrado, con la vainilla mostrando un tono menos denso no tan
inclinado a las maderas y con un punto de cercanía con Kenzo Amour.
El perfume se siente como una variación del Hypnotic original,
conservando gran parte del cuerpo central y final y haciendo ajustes
puntuales en la presentación de algunas notas como el cambio de la capa
tipo coco y el estilo bronceador en favor de unas flores iniciales de
corte sensual clásico ligeramente nocturno, pero que con el tiempo se
suavizan hasta llegar a una versión del original más suave y mesurada al
eliminar las notas de corte llamativo o agresivo punzante. El aroma
tiene un estilo atemporal que se proyecta bien en un escenario de
diario, con presencia clásica joven y elegante que sería mejor apreciada
en círculos sociales pero que tiene un buen desplante como fragancia
personal para moverse en la ciudad, perdiendo algo del estilo playero
del primer Hypnotic. En oficina el aroma aprovecha las flores para dar
un desplante nuevo centrado en el aspecto profesional femenino clásico
en reemplazo de las notas tipo bronceador más extrovertidas y
aprovechando la nota de rosa para dar una insinuación breve por el lado
sensual. De noche la fragancia se siente correcta, tal vez con menos
chispa si se compara con el primer Hypnotic y con un poco menos de
proyección al tener notas más estándares perdiendo algo de efecto
memoria, moviéndose en un ámbito semiformal en general que aguanta un
formal de fiestas no tan de galas. Por el lado romántico las primeras
flores con la vainilla causan un buen efecto atractivo, tendiendo a
perder poder con el paso de las horas e inclinándose con el paso del
tiempo de una fragancia llamativa que invita a conocer o presentarse,
pasando luego a un perfume grato para estar en pareja. Rango de edad
entre 25 y 60 años.
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