Esta fragancia tiene un aroma que recuerda a los años 90, donde era
bastante popular entre gerentes y gente de corte sofisticado. En la
actualidad es una fragancia conocida, más bien madura. Por el estilo que
tiene, es de esos perfumes que gusta o se odia a la primera impresión
(no es mi estilo y mi señora al olerla le desagradó al recordarle un
profesor en la Universidad que se bañaba en este perfume en cada clase).
Partida fresca, algo maderosa y
metálica, con bergamota y mandarinas cítricas no dulces mezcladas con un
dejo a sándalo. En notas medias se siente un poco de madreselva no tan
dulzona con algo de nuez moscada y trazas de vetiver. La nota media es
vetiver suave con pachulí y dejos de cuero, no clásico, pero muy distinguible como mezcla aromática.
Para uso diario, se siente veraniego pero las notas maderosas
metálicas lo hacen apropiado también para el invierno. De diario y
oficina... aunque por su fuerza puede servir para la noche, es bastante
conocido y algo trillado como opción. Se siente algo maduro, no joven,
en parte como presencia y también como la imagen de alguien que lo ha
usado desde los años 90. Rango de edad sobre los 35 o 40 años.
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