Este perfume fue diseñado en 1984, teniendo en mente la imagen de Coco
Chanel, en estilo clásico oriental algo recargado, pero reinterpretado
para tiempos más modernos. Es una fragancia tibia especiada maderosa,
con notas de resina y trazas de cuero, muy similar en estilo a su
contemporáneo Antaeus de hombre, de 1981.
En las notas de cabeza se siente bastante frutal y alegre, algo joven y
cargado a las naranjas con mandarinas y con presencia de duraznos más
algo de flores como rosas... nada del aroma denso con que lo recordaba
hace años. En notas medias, como a los 40 minutos de aplicado el cambio
es drástico, desapareciendo casi todas las naranjas y apareciendo notas
intensas de flores, de la familia de la mimosa de aroma más tibio y
concentrado. Destaca una nota de resina de opoponax bastante intensa,
entre madera oriental con tostado y mentol, más notas de especies como
clavo de olor que dan un picor extra a la resina. En notas de base
conserva la resina con más sándalo en un estilo que recuerda a las cajas
de madera orientales, con tonos de vainilla y restos de cuero que dan
un aroma terroso y casi sin flores, pero con una intensidad menor que en
la fase media.
Aunque tuvo una partida joven y se sintió casi como una fragancia de los
años 90, al entrar en la fase media madura bastante y pasa de las
flores frutosas a un oriental invernal. Esta nota media no se siente
bien en verano, es algo tibia y resinosa como para el invierno... las
flores habrían funcionado en verano, pero solo por unos minutos; sin
embargo las flores son bastante fuertes y con presencia para destacar
también en invierno. Se siente como fragancia nocturna, formal y
elegante, casi con joyería y lentejuelas encima. En oficina el aroma
denso no calza mucho con trajes formales ni con interacciones sociales
muy dinámicas (como reuniones o tránsito entre pisos de un edificio), la
fragancia avejentaría en vez de mostrar presencia... aunque podría
funcionar en una instancia específica, en alguien que trabaja y dirige
grupos desde un sillón casi sin moverse. En el lado romántico no tiene
mucho que ofrecer, ya que no es seductora... solo destaca. De diario se
siente fuera de ámbito y desperdiciada, ni aunque fuese un invierno muy
frío. El rango de edad no es viejo, si no que requiere imagen ganada con
los años para poder equiparar el aroma del perfume, entre unos 35 y 60
años... alguien de menos edad posiblemente se vería escuálida frente al
perfume y le restaría dinamismo.

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